EL EFECTO MARIPOSA

Dice un proverbio de origen chino que el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo. Por eso, he reflexionado sobre qué puedo hacer yo, desde mi ínfima posición en la sociedad, para promover que la igualdad de trato y la no discriminación se conviertan en una realidad.

Fuente: https://www.antevenio.com/blog/2017/12/efecto-mariposa-y-optimizacion-de-la-conversion/

Estoy convencida de que un pequeño gesto o el uso de las palabras adecuadas, expresadas en un momento concreto a un compañero de trabajo, a un familiar, o a un ciudadano, puede implicar un cambio de consciencia que ratifique el valor de la igualdad. Por ello, he realizado el siguiente listado de acciones con las que pretendo impulsar la igualdad de trato y no discriminación desde mi rol de  empleada pública, en particular y, de conciudadana, en general:

1.- Asumir las responsabilidades por igual: en casa, tanto mi marido como yo asumimos el rol de cuidador de nuestras hijas, realizamos las tareas del hogar conjuntamente y nos dividimos tareas organizativas como la gestión de reuniones y eventos del colegio o de la comunidad de propietarios, la realización de la compra semanal o las reparaciones que debamos hacer en el hogar.

2.- Emplear un lenguaje no sexista ni discriminatorio: este ejercicio supone evitar utilizar los términos en masculino cuando exista su equivalente en femenino y sea más conveniente su uso. Por ejemplo, cuando voy al centro de salud, solicito consulta con mi médica o mi doctora, con “a”, con objeto de visibilizar el papel de las mujeres en la sociedad y que no quede oculta su presencia en la sociedad.

3.- Educar a mis hijas en igualdad y en la no discriminación: en casa evitamos cualquier estereotipo de género y damos a conocer referentes femeninos en campos como la ciencia, la literatura, el deporte, la música, … Asimismo, aprendemos de la diversidad bajo la premisa de que todos, absolutamente todos, somos diferentes y poseemos cualidades que nos hacen únicos.

4.- Promover la igualdad y la no discriminación en el ámbito laboral: desde mi posición como empleada pública, denuncio situaciones en las que mujeres y hombres no concurren en igualdad de condiciones (como, por ejemplo, jornadas formativas impartidas únicamente por profesionales masculinos), impulsando la perspectiva transversal de género y de no discriminación, procurando integrar a todas las personas en las decisiones que me competan.

5.- Visibilizar la dificultad de conciliar la vida laboral, familiar y personal: soy consciente de la dificultad de llegar a todo, por ello evito la culpa y procuro compartir con mi círculo la difícil tarea de la conciliación en nuestra sociedad actual, dando mi apoyo a otras personas en mi misma situación que pueden sentirse frustradas por tener que renunciar a alguna de estas facetas.

Ojalá pronto la igualdad de trato y la no discriminación dejen de ser objeto de análisis y de debate, lo que significará que hemos alcanzado una sociedad justa y preparada para dar lo mejor de nosotros a las generaciones venideras.

Actividad en conmemoración del 8 de marzo -Día Internacional de las mujeres- en la Diputación de Sevilla

Presentando la política pública elegida:

La política pública que he seleccionado es la reciente actividad, promovida por la Diputación de Sevilla, con objeto de conmemorar el Día Internacional de las Mujeres que se celebra el próximo 8 de marzo.

En concreto, se trata de una política que promueve la igualdad de trato y no discriminación de las mujeres mediante la convocatoria del I Certamen de Dibujo Infantil y Juvenil para familiares del personal de la Diputación de Sevilla, denominado “Igualdad y Corresponsabilidad”.

Foto:https://huelvabuenasnoticias.com/2020/12/17/dibujando-por-la-igualdad-concursos-de-dibujo-y-video-en-los-centros-educativos-sobre-igualdad-y-violencia-de-genero-en-las-redes-sociales/

De acuerdo con lo dispuesto en las bases, el objetivo de esta política es “fomentar la igualdad de oportunidades y la corresponsabilidad, entendida como el reparto equitativo de las responsabilidades domésticas y del cuidado de las personas entre mujeres y hombres, siendo el dibujo el instrumento para la sensibilización y concienciación del cambio hacia una cultura igualitaria entre hombres y mujeres”. El plazo de presentación de los dibujos empieza el 12 de febrero y finaliza el 12 de marzo de 2021.

Por tanto, se trata de una política de tipología “específica”, frente a aquellas políticas de tipología transversal. Su ámbito de intervención pasa por abordar en el corto plazo la promoción de la igualdad de género, pudiendo participar en el Certamen tanto las hijas e hijos, como las nietas y nietos del personal de la Corporación, si tienen edades comprendidas entre los 6 y 17 años de edad. La administración impulsora es la Diputación de Sevilla, en el seno del II Plan de Igualdad de Empresa de esta Corporación.

Ámbito de discriminación en el que actúa dicha política:

El ámbito de discriminación en el que actúa esta política es la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, la corresponsabilidad y la conciliación entre la vida personal, familiar y laboral.

Entre los criterios de valoración de los trabajos que se presenten a esta Convocatoria se encuentra el de la “sensibilidad con el mensaje que se quiere transmitir”, además de la creatividad, la originalidad y la calidad formal de los dibujos. 

Con ello, desde la Diputación de Sevilla se incentiva a los niños y jóvenes a poner en valor la igualdad de género y en reflejar lo que para ellos debiera ser una realidad en sus hogares: la corresponsabilidad de ambos progenitores.

Foto: http://ocadizdigital.es/noticia/provincia/la-diputaci%C3%B3n-convoca-concursos-de-dibujos-y-cortometrajes-de-igualdad-para

Impacto y resultados que podría tener esta política:

Al tratarse del I Certamen de Dibujo Infantil y Juvenil “Igualdad y Corresponsabilidad”, aún no se conoce el impacto y los resultados que puede llegar a tener esta política pública.

Sin embargo, considero que el principal impacto recaerá sobre los niños y jóvenes participantes, que deberán reflexionar sobre ejemplos cotidianos, que se hayan encontrado en su día a día, de igualdad entre mujeres y hombres, con objeto de poder plasmarlos en un dibujo.

A su vez, también impactará sobre la familia, pues el Certamen será una oportunidad maravillosa para sacar el tema de la igualdad de oportunidades y del reparto equitativo de las responsabilidades domésticas y de cuidados, generando un foro de debate que será, seguro, enriquecedor.

Finalmente, esta política pública también tendrá su impacto sobre el resto de empleados de la Diputación y con la sociedad, en general. Así, en el Certamen se realizará una selección de aquellos dibujos que hayan recibido una mayor puntuación por parte del Comité de Valoración, con objeto de elaborar el calendario del ejercicio 2022, cuyo objetivo será sensibilizar sobre la necesidad de alcanzar una sociedad más justa e igualitaria.

Puntos fuertes y debilidades de esta política pública:

Entre los puntos fuertes destacaría la facilidad para su implementación, dado que se trata de un Certamen de dibujo, al que concurrirán jóvenes por voluntad propia, requiriendo poca utilización de recursos materiales y humanos, principalmente centrados en la preparación de las bases, su publicación, la valoración por parte del Comité y la gestión de los premios. Otra fortaleza sería la publicidad de marca o de imagen corporativa que se realiza por parte de la Diputación de Sevilla, en pro de la consecución de objetivos sociales tan necesarios como la igualdad y la corresponsabilidad.

Respecto a las debilidades, debe reseñarse el impacto tan limitado que tiene esta política pública pues, en principio, solo permite participar a los hijos, hijas, nietas y nietos del personal de la Diputación de Sevilla, prohibiéndose en las bases, de modo expreso, la participación de familiares de las personas pertenecientes a las plantillas de los entes instrumentales de la Corporación, al encontrarse fuera del ámbito de aplicación del Plan de Igualdad. 

En definitiva, considero que el Certamen puede alcanzar su objetivo con relativa facilidad y a un bajo coste, por lo que, globalmente considerado, creo que se trata de una política pública para la igualdad de trato que resulta eficaz y eficiente y, por ende, positiva para nuestra Sociedad.

Sin licencia (marital) no hay paraíso

Recuerdo aquella tarde de verano en la playa en la que mi abuela me contó que, en su época, la mujer dependía absolutamente para todo de un hombre. Yo no podía dar crédito a sus palabras: ¿cómo podía ser posible que, tan solo unos 40 años atrás, mujeres como ella (¡o como mi madre!) no fueran tan libres como lo era yo en aquel momento?

Pues, aunque parezca mentira, es nuestra historia reciente. En los años 70 una mujer no podía tener una cuenta abierta en el banco, necesitando a su padre, o bien a su marido, para poder acceder a este producto bancario tan básico. 

Y es que, hasta el año 1975, en España estaba en vigor la "Licencia marital", en virtud de la cual el consentimiento del marido era requisito sine qua non para, por ejemplo, pagar una compra con la tarjeta de crédito. Y ello, para más inri, con independencia de que la mujer trabajara y ganase su propio salario.

Poder y licencia marital otorgado por el Marqués de Aldama en 1927.

Fuente: todocoleccion.net

Esta "Licencia" evidenciaba la posición de superioridad del hombre frente a la mujer en el seno del matrimonio, donde el marido ostentaba la autoridad sobre su esposa, considerada "cuasi-capaz" o "cuasi-incapaz", según se vea, para realizar actos y contratos con efectos frente a terceros, así como para trabajar o para ejercer el comercio.

Gracias al esfuerzo de numerosas mujeres feministas se promulgó la Ley 14/1975, de 2 de mayo, que vino a reformar varios artículos del Código Civil y del Código de Comercio en cuanto a lo que la situación jurídica de la mujer casada y los derechos y deberes de los cónyuges se refería.

No quisiera dejar de destacar la figura de dos mujeres que contribuyeron muy activamente en la lucha por alcanzar la plena capacidad de obrar de las mujeres casadas, impulsando la reforma de nuestro Ordenamiento Jurídico. 

Por un lado, la abogada María Telo Núñez, perteneciente al Cuerpo Técnico de Administración Civil del Ministerio de Agricultura, fundadora de la Asociación Española de Mujeres Juristas en 1971 y participante en la Comisión general encargada de revisar el Código Civil en el período de 1971 y 1975, donde se acordó la derogación de la licencia marital. En su libro "Mi lucha por la Igualdad Jurídica de la Mujer" (Aranzadi, 2009) se expresaba así "Después del ingreso en la universidad, mi vida ya no fue la misma. Al conocer tan directamente la situación jurídica de la mujer dentro del Código Civil, me sentí tan humillada, tan injustamente tratada, tan vilipendiada, tan nada, que ninguna explicación ni histórica, ni jurídica, ni religiosa, ni humana podían convencerme de que yo exageraba".

María Telo. Foto del semana HOY (05/02/2017)

Por otro, la novelista, ensayista y jurista Mercedes Formica, ferviente defensora de los derechos de la mujer en nuestro país. Fue una de las tres abogadas en activo en el Madrid de los años 50, con su propio despacho especializado en la defensa de las mujeres víctimas de violencia machista. En su obra "A instancia de parte" (Ediciones Cid, 1955) narró su experiencia vital y su desarrollo profesional en la abogacía, destacando la desprotección jurídica de las mujeres en España.

Mercedes Formica. Foto de ABC (06/11/2013)

Gracias a mujeres como ellas fue posible alcanzar la capacidad jurídica plena de las mujeres casadas. En 1978, con la entrada en vigor de nuestra Carta Magna, se decretó, por fin, la igualdad entre hombres y mujeres en España. 

El camino es lento, pero hay que recorrerlo: por ellas, por nosotras y por las que vendrán. Es nuestro momento para que esta igualdad, establecida en el plano formal, se convierta en una igualdad material, práctica y presente en nuestro día a día.

El "mansplaining" como ejemplo cotidiano de discriminación

Aunque parezca mentira, a lo largo de mi corta carrera profesional he tenido que lidiar con la denominada "condescendencia masculina"; supongo que por el hecho de ser una profesional de género femenino, moderadamente joven, y que tengo por costumbre escuchar lo que otros tienen que decir, antes de hablar.

El origen del anglicismo mansplaining (proveniente de la conjunción de las palabras inglesas "man" y "explain") lo encontramos en la propia experiencia de la escritora Rebecca Solnit, quien relató como un hombre con el que coincidió en una fiesta trató de explicarle detenidamente el contenido de un libro muy interesante que había leído, y que resultó haber escrito la propia Solnit. Al parecer, otra amiga intentó indicarle al hombre, en varias ocasiones, que Solnit era la autora de dicho libro que él se empeñaba en explicar minuciosamente, pero estaba tan ensimismado en la lección que estaba dando, que no cedió en su intento.

La escritora detalló esta anécdota en un artículo publicado en el año 2008, realizando una crítica al hábito generalizado que tienen algunos hombres de explicar cosas a las mujeres de una manera condescendiente y paternalista, asumiendo el desconocimiento por parte del género femenino.

En mi opinión, en este comportamiento cotidiano se vislumbran los prejuicios que los hombres tienen hacia las mujeres, quienes las consideran menos preparadas o con menos conocimientos en una materia, generando este juicio previo sin fundamento alguno. Dicha situación se hace más palmaria cuando, además del género, se añade la diferencia de edad entre ambos interlocutores, siendo muy habitual encontrar situaciones de mansplaining en conversaciones entre hombres de mediana o avanzada edad con mujeres más jóvenes.

Nos encontramos ante un ejemplo de discriminación por error, basada en la apreciación errónea de la mujer por el hecho de asociarla con un menor nivel formativo o una menor formación profesional, la cual precisa de mayores explicaciones para poder entender un asunto o concepto.

Puede que la tradicional desigualdad en el ámbito profesional sea el origen de este tipo de comportamientos condescendientes y paternalistas, que asumen el desconocimiento, por parte del género femenino, de aspectos que excedan del cuidado de la familia o del hogar. 

Lo cierto es que el mansplaining merma la autoestima y la confianza de las mujeres y, correlativamente, incrementa una falsa seguridad y un exceso de confianza en los hombres, quienes se erigen como poseedores de la verdad de las cosas.

Pero yo lo tengo claro: para eliminarlo las mujeres debemos alzar la voz y no tener miedo a llamarnos expertas en el campo profesional en el nos hayamos especializado. Sólo así seremos escuchadas y se pondrá en valor el conocimiento y la experiencia que podemos aportar a la sociedad.

Primera página de mi e-Diario de Aprendizaje

Buenas tardes:

Mi nombre es Patricia. Aquí ando aprendiendo cómo crear un blog para seguir el aprendizaje dinámico que nos propone el INAP en el curso de "Fundamentos sobre la igualdad de trato y la no discriminación". 

¡En constante aprendizaje!

#AprendeDiversidad 

#Aprendizaje_INAP